Washington, 11 de septiembre.- Científicos estadounidenses descubrieron una molécula que ayudaría en el diseño de nuevos tratamientos cardiológicos, según un informe de su investigación publicado hoy por la revista Science.
Esos tratamientos incluirían métodos para proteger el órgano durante una operación a corazón abierto y otras situaciones en que se interrumpe el flujo sanguíneo, señalaron los científicos de las escuelas de medicina de Universidad de Stanford y de la Universidad de Indiana.
Además, en el proceso de su investigación, señalaron que descubrieron un mecanismo celular que explicaría la forma en que el alcohol puede prevenir lesiones cardíacas.
También señalaron haber encontrado una posible clave para reducir los dolores torácicos y la lesión cardíaca en millones de personas de origen asiático que genéticamente no responden a la nitroglicerina y otros tratamientos cardiovasculares.
El grupo, encabezado por Daria Mochly-Rosen, profesor de Stanford, señaló que al activar una enzima específica, identificada como Alda-1, lograron reducir de manera considerable la muerte celular causada por la ausencia de sangre en el corazón en experimentos con ratas.
Durante una serie de pruebas, los científicos estudiaron diversos mecanismos destinados a proteger las células cardíacas, incluyendo el uso de etanol, para comprender el funcionamiento de esos mecanismos.
Ese trabajo reveló un sistema celular de señales que activaba una enzima llamada ALDH2, dijo el informe de "Science".
"La idea era encontrar una molécula que pudiera eludir el proceso de señales y activar la molécula de manera directa", manifestó Thomas Hurley, profesor de bioquímica y biología molecular del Centro de Biología Estructura de la Universidad de Indiana.
Sin embargo, Hurley manifestó que aunque Alda-1 redujo la lesión del tejido cardiaco en las pruebas de laboratorio se necesitará mucho más trabajo para refinar una versión que pueda ser efectiva en seres humanos.
Ese beneficio podría extenderse a alrededor de un 40 por ciento de las personas de origen asiático que tienen una forma mutante de la enzima ALDH2, la cual aumenta en ellas el riesgo de sufrir lesiones cardiovasculares. (Con información de EFE/JOT)
lunes, 15 de septiembre de 2008
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