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miércoles, 15 de octubre de 2008

Síndrome del Prolapso de la Válvula Mitral

La depresión y tristeza se vinculan con males cardiacos según nuevos estudios y descubrimientos


Miami.- Los poetas que desde tiempos antiguos ubicaron en el corazón el origen de la tristeza no estaban equivocados. Investigaciones que han tomado toda una década han demostrado que la depresión y la tristeza pueden estar relacionadas con un problema congénito en una válvula del corazón. El hallazgo ha causado tal impacto, que en los Estados Unidos ya hay centros dedicados a tratar este problema de manera integral entre cardiólogos y psicólogos.

“El problema se presenta cuando la válvula mitral del corazón no trabaja apropiadamente, una parte de la sangre que debe bombear de una cavidad a otra se filtra y se devuelve, ocasionando lo que llaman un soplo. Esta condición puede crear un desajuste hormonal”, dice el Dr. Ariel David Soffer, cardiólogo afiliado al Aventura Hosptial and Medical Center, en Miami-Dade, Florida.

El especialista explica que sensores inteligentes del cuerpo perciben que algo no está bien, así que envían ese mensaje al cuerpo y este comienza a producir adrenalina.

“La adrenalina es la hormona que desde los tiempos de las cavernas nos permite tener la fuerza y la velocidad para escapar del tigre, pero cuando no hay tigre, cuando producimos exceso de adrenalina mientras estamos cómodamente viendo televisión en casa, podemos entrar en un estado de ansiedad permanente. Es lo que llamamos el Síndrome del Prolapso de la Válvula Mitral o MVPS (por sus siglas en inglés)”, agrega.

Cuando el prolapso de la válvula mitral es muy serio, se opera y eso resolvería el problema. Sin embargo, cuando no es lo suficientemente serio como para ameritar una operación del corazón, el paciente se ve obligado a vivir con esta condición que puede ocasionarle el síndrome. Este síndrome puede generar no solo depresión y tristeza, sino altibajos del estado de ánimo, temor a la muerte y al fin del mundo, fobia social o reticencia a salir a la calle y a estar en determinados lugares, inclusive ataques de pánico.

También puede ocasionar otros síntomas tales como fatiga crónica, palpitaciones o latidos de ritmo irregular, dolor de pecho, dificultad respiratoria, colon irritable, reflujo gástrico, manos y pies fríos, sensitividad a cambios de temperatura, sonidos u olores, migraña, dolor de cabeza e insomnio, asegura el Dr. Soffer, quien dirige una clínica internacional para el tratamiento de este síndrome.

El tratamiento del Síndrome de Prolapso de la Válvula Mitral comienza con una revisión del historial médico del paciente y varios exámenes tales como ecocardiograma y prueba de esfuerzo, entre otros. Una vez que se identifica plenamente el problema, el médico cardiólogo procede a prescribir medicamentos que ayudan a controlar el desbalance hormonal. En sí, no existen medicinas para curar el prolapso valvular, pero sí hay fármacos que pueden ayudar al paciente a manejar el síndrome, es decir la “constelación de síntomas”.

Un papel muy importante dentro del tratamiento tiene la educación del paciente, el cual debe comprender bien lo que le sucede. Con este propósito se le muestran libros y videos, se le dan cursos acerca de cómo manejar apropiadamente el estrés, se le enseñan técnicas de relajación y meditación, se le dan consejos sobre nutrición, dieta y ejercicio, y se le pone en contacto con grupos de apoyo.

El Dr. Soffer es autor de un libro sobre este tema, titulado “Mitral Valve Prolapse Syndrome, Patient Information Guide”, disponible en Amazon y próximamente en español. En el prólogo de este libro, el famoso actor George Hamilton dice: “Como paciente y amigo de esta práctica médica orientada en la prevención, puedo de una manera muy única apreciar el tiempo que tomó hacer que este complicado síndrome fuera entendido por los millones de personas a las cuales afecta”.

En su libro el Dr. Soffer cuenta el caso de una paciente llamada Rose, la cual padecía de esta doble condición cardiaca y mental; habiendo llegado a paralizarse; sufría de fatiga crónica; sus músculos se habían debilitado; la ansiedad le impedía asistir a reuniones sociales y había perdido su trabajo como maestra. En cambio después del tratamiento adecuado, su recuperación fue total, asegura el autor y agrega: “Hoy en día, Rose lleva una vida normal, tiene un nuevo trabajo como maestra, una relación que vale la pena, y ya no tiene temor de los síntomas menores que suceden solo en raras ocasiones”.

Lo anterior no quiere decir que toda depresión tenga como causa problemas del corazón. La depresión puede estar asociada a muchas otras condiciones mentales, como el disturbio bipolar, o emocionales como el estrés postraumático; físicas como el cáncer o a situaciones como un parto reciente, por vejez y también puede ser resultado del uso de ciertos medicamentos o el abuso de alcohol y drogas, entre muchas otras causas.

La organización The Society for Mitral Valve Prolapse Syndrome/Dysautonomia cita estadísticas según las cuales el prolapso de la válvula mitral afecta entre un 15 y un 25 por ciento de la población; 40 por ciento de estas personas tienen ‘disautonomía’, otro nombre dado al síndrome que esta condición puede ocasionar. Un 75 por ciento de estos pacientes sufre depresión. Al menos un 40 a 60 por ciento de las personas con MVPS sufre ataques de pánico.

Para más información llame al 305-222-5300 o visite hcasaludinternacional.com.