MADRID, 30 (EUROPA PRESS)
Un extracto de semillas de uvas fuerza a las células de leucemia de laboratorio a provocar su propia muerte, según un estudio de la Universidad de Kentucky en Estados Unidos que se publica en la revista 'Clinical Cancer Research'. Los investigadores descubrieron que en un plazo de 24 horas, el 76 por ciento de las células leucémicas había muerto después de ser expuestas al extracto.
Los investigadores también pudieron identificar el mecanismo de señalización celular asociado con el uso del extracto de semillas de uva que condujo a la muerte celular o apoptosis. Descubrieron que el extracto activa una proteína denominada JNK que regula el mecanismo de apoptosis.
El estudio es el primero que evalúa el éxito contra las células leucémicas de este extracto de semilla de uva, que ha probado ser eficaz en células cancerígenas como las de piel, mama, colon, pulmón, estómago y próstata. Además, es también la primera vez que se identifica cómo funciona este efecto beneficioso del extracto.
Según explica Xianglin Shi, director del estudio, "estos resultados podrían tener implicaciones para la incorporación de agentes como el extracto de semilla de uva en la prevención o tratamiento de las malignidades hematológicas y otros posibles cánceres". Shi añade que lo que todo el mundo busca es un agente que tenga un efecto sobre las células cancerígenas pero que sin actuar sobre las normales, algo que parece corresponderse con la acción de este extracto.
El investigador añade que la investigación no está lejos de sugerir que sería necesario que las personas comieran semillas, piel o las propias uvas en cantidades excesivas para evitar el cáncer. "Esta es una investigación muy prometedora pero es demasiado pronto para decir que es quimioprotectora".
Los científicos utilizaron un extracto de semillas de uva existente en el mercado y expusieron las células leucémicas a este extracto a diferentes dosis. Descubrieron un marcado efecto sobre la apoptosis en las células cancerígenas en una de las dosis más elevadas. Los resultados también mostraron que el extracto no afecta a las células normales aunque desconocen por qué no lo hacen.
Después, los investigadores utilizaron métodos farmacológicos y genéticos para determinar cómo inducía el extracto la apoptosis. Descubrieron que el extracto activaba con fuerza el mecanismo de JNK, que conducía a una regulación excesiva de Cip/p2, una molécula que controla el ciclo celular.
Los científicos comprobaron su descubrimiento utilizando un agente que inhibía JNK y descubrieron que el extracto era ineficaz. Al emplear un método genético, el silenciamiento del gen de JNK, también se desactivaba el ataque letal del extracto sobre las células leucémicas.